miércoles, 27 de marzo de 2013

Despedido como héroe


El cuerpo de Jesús Chimbolema estuvo acompañado por todo Machachi.

Jesús Chimbolema se fue con su uniforme verde oliva. Estaba casi nuevo. Desde hace seis meses, cuando se graduó de la Escuela de la Policía solamente lo usó en eventos especiales.

La asistencia al sepelio del joven fue masiva. Unas 500 personas abarrotaron ayer la iglesia de Machachi, a 40 kilómetros de Quito. Desde las 12:30, el templo fue el escenario para recordar que Chimbolema era un "chagra" y "un policía con vocación", dijo su tía Cristina Uribe.

Al último adiós asistieron también Marcelo Rocha, jefe de estado Mayor y Hugo Gangotena, jefe de Operaciones de la Policía. Desde el altar, Rocha dijo que el uniformado recibirá dos homenajes póstumos: una Condecoración al Mérito y un ascenso al grado superior. Es decir pasó de policía a cabo primero.

Entre la multitud, en silencio y conteniendo el llanto estaba Wilinton A. Es el policía que condujo el patrullero en donde murió su amigo. La imagen de su compañero lo conmueve. Tiembla cuando recuerda la escena. "¡No sé cómo salió mal!", se cuestionó.

El agente aseguró que cumplieron los procedimientos en el aislamiento del menor de edad, supuesto autor del disparo que le quitó la vida al policía. "Lo registramos -dijo- para ver si tenía algún arma, lo esposamos y lo subimos en la parte de atrás".

Un cortejo fúnebre metió el ataúd en el nicho. El conductor no se explica qué sucedió. "Solamente escuché la detonación. Me di la vuelta y el chico me apuntó". ¿Su explicación? "Tal vez las esposas tenían algún defecto". En el cementerio hubo dolor. Se fue como un héroe.